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Con objeto de hacer una reflexión estratégica en familia de los aspectos medioambientales que afectan a nuestra autosuficiencia en las ciudades y a su ecología, el Centro Sociocultural CIVICAN de Pamplona propuso en colaboración con Maushaus, una serie de talleres temáticos, como laboratorios urbanos para anticiparse a los retos que nos depara el futuro en clave de alimentación, transportes urbanos y dependencia energética. De mes en mes, visitamos a nuestros vecinos atravesando montañas nevadas, para reencontrarnos al calor de las ideas, con la ilusión de ver al grupo y de transformar la gran maqueta, que fue enriqueciéndose en cada sesión hasta llenarse de frescas ideas. La desbordante imaginación de los mas pequeños en combinación con las destrezas de sus mayores, funcionaron para solventar los retos que el futuro nos depare a la vuelta de la esquina y que dejaron plasmadas en sus coloristas creaciones.
Basándonos en la metodología de 1,2,3 haURBANistak, y previas interactivas presentaciones apoyadas en imágenes relacionadas con las diferentes temáticas a abordar, supimos dar salidas creativas a problemáticas urbanas que nos acucian en el día a día y que en un futuro cercano tomarán aun más relevancia. La primera sesión, dedicada a los nuevos hábitos alimentarios y las necesidades de consumo, sirvió de presentación y para entrar en contacto con la estructura urbanística de la ciudad, así como para presentar el reto de la secuencia de talleres.
A partir de un contexto de trabajo urbanístico, a base de dibujos y maquetas vimos surgir aquí y allá, las huertas urbanas trufadas de brillantes frutos vegetales, los parques plantados con árboles frutales, la vuelta de los animales de granja a nuestro lado y un sin fin de lugares y maneras, idóneos para sembrar de vida las calles verdes pamplonicas. La ilusión por hacer accesible una alimentación de calidad en familia y el deseo por recolectar la cosecha de una siembra propia, resultaron argumentos suficientes para comenzar a desterrar el mundo de los motores a explosión de nuestras ciudades.
En nuestra segunda aproximación se expuso la complejidad del transporte urbano en el transporte de las personas y las mercancías en la ciudad moderna. Mayores y pequeños idearon vías seguras para desplazarse por Pamplona, llegando a incorporar elementos futuristas, propios de los dibujos animados, a nuestra realidad. Bicis y demás vehículos de ruedas aun por comercializar, son los vehículos de tracción animal preferidos por las niñas y niños que no dudan en tunear para poder llevar a sus ancianos con ellos en sus paseos.
En la tercera sesión, tratamos las energías en la ciudad, desde el punto de vista de una lucha por la autosuficiencia, a pesar de los escasos esfuerzos políticos por liberarnos de esas amenazas de pobreza energética que acorralan a la ciudad. Probamos con las más limpias, y hasta tratamos con biomasa procedente de la ciudad para generar recursos. Nacieron cisternas con pedaleras para extraer su agua, lavadoras eólicas, capaces de centrifugar con el viento, puertas giratorias en edificios de mucha afluencia para alimentar las farolas circundantes, pavimentos oportunistas que aprovechen el excedente energético de las mozas y mozos a su paso por los San Fermines, y toda un suerte de dispositivos inimaginables con el punto de vista infantil. De los niñ@s aprendimos que la energía es aquello que te anima a moverte libremente. Esperamos que ellas y ellos aprendiesen lo propio para enfocar su futuro, más libres e igual de felices que cuando les conocimos. Zorionak familias!!
Etiquetas:
alimentación
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energía
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maushaus 2017
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transporte
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urbanismo participativo
